Epicuro de Samos
Cada vez siento más
ajenos
a los hombres, sus
disputas,
sus miedos vanos, su
sumisión
mezquina a unos
dioses que,
en su feliz
autosuficiencia,
nos ignoran. Ya he
perdido
toda esperanza de
enseñarles,
gracias a la
sabiduría,
el camino a la
felicidad.
La practicaré yo,
entonces,
alejado de los
tumultos,
contentándome con
lo justo,
un pequeño trozo de
queso,
la contemplación de
los astros,
el cultivo de la
amistad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario